Las Grecas pioneras del flamenco rock. Un icono de la música gitana
Con el paso del tiempo las Grecas se han convertido en un icono del flamenco pop, pioneras de la fusión flamenco-rock, Carmen "Carmela" Muñoz Barrull (Valladolid, 19 de julio de 1954) y Edelina "Tina" Muñoz Barrull (Madrid, 17 de febrero de 1957 - Aranjuez, Madrid, 30 de enero de 1995), dos gitanas madrileñas del barrio de Caño Roto, se han convertido en las grandes estrellas del firmamento gitano.
A finales de los años cincuenta, su familia de origen castellano se instaló en Madrid durante un tiempo. En 1965, cuando tienen 9 y 6 años la familia se trasladó a Buenos Aires por motivos laborales. De familia de artistas flamencos, las niñas se crían en un ambiente rodeadas de música.En Argentina, las hermanas empiezan a cantar en fiestas de la comunidad española. Allí entran en contacto con la música norteamericana, desde el rock de Jimi Hendrix hasta el jazz de George Benson, sin obviar a los artistas musicales latinoamericanos como el argentino Sandro o el brasileño Caetano Veloso. Regresan a España en 1970, concretamente a un tablao de Toledo perteneciente a un tío suyo, y en donde Carmela va a empezar con actuaciones. Después de ser rechazada en Las Cuevas de Nemesio y Arco de Cuchilleros, lugares donde no es admitida por ser rubia —al ser supuestamente extraño en una gitana de cara a los turistas—, consigue mejor suerte en Los Canasteros, a donde llega con el pelo teñido y acompañada por su hermana Tina. El tablao es de Manolo Caracol, quien las contrata al instante.
Van haciéndose famosas en el ambiente musical, y poco después son contratadas por la cantaora Lola Flores para su tablao Caripén. Será en este lugar donde se dejan caer el productor José Luis de Carlos y el compositor Felipe Campuzano, atraídos por la interpretación vocal al unísono que hacen Carmela y Tina en sus actuaciones. Ambos fichan a las hermanas Muñoz para CBS, y para ello les buscan un nombre artístico, “Las Grecas”. El motivo es que la gente habla de ellas como “las niñas que cantan en griego”, en referencia a la manera que las hermanas Muñoz interpretan la canción “Sagapó”,[4] una versión de la canción griega Περιφρόνα με γλυκιά μου (Perifróna me glykiá mu, “Ríete de mí, cariño”).
Un claro motivo del éxito de “Te estoy amando locamente” en 1973-74 es el hecho de que Las Grecas, con su ya inventado pero revolucionado por ellas flamenco-rumba-rock, no solo son acogidas por el público rock sino que también Camarón, Paco de Lucía, Manolo Caracol o Lola Flores/El Pescadilla les rinden pleitesía. Con 19 y 17 años Carmela y Tina, las hermanas casi sin pretenderlo habían dado con la fórmula perfecta y su influencia, además de esencial para el Sonido Caño Roto.
La rumba flamenca y el rock puede que estén distanciados culturalmente, pero también coinciden en muchos aspectos de actitud. La mayor parte de la fuerza de Las Grecas reside en cuatro factores: su fantástica combinación vocal, de asombrosa potencia expresiva para su juventud; el electrizante poder de penetración y arrastre de los arreglos de rock de absoluta vigencia hoy en día, mucho más que la que pueda tener por ejemplo Veneno; en las letras siempre de temática sobre el crudo amor, con historias devastadoras; y, en menor medida, en las versiones de clásicos del sunshine pop, seguramente por propuesta de su productor acorde con lo que se escuchaba entonces.
El motivo es que la gente habla de ellas como “las niñas que cantan en griego”, en referencia a la manera que las hermanas Muñoz interpretan la canción “Sagapó”,[4] una versión de la canción griega Περιφρόνα με γλυκιά μου (Perifróna me glykiá mu, “Ríete de mí, cariño”).