Los Chichos
Los reyes de la rumba flamenca
Los Chichos representan la gitanidad,y sus valores como la libertad,el honor,las vivencias de la vida marginal de los guetos plasmada en su música y letras.

Los Chichos representan la gitanidad,y sus valores como la libertad,el honor,las vivencias de la vida marginal de los guetos plasmada en su música y letras.
Cuarenta y ocho años y 22 millones de discos vendidos es el tremendo balance de este trío de gitanos. Creado en los años 70 más bien como un entretenimiento, nadie podía pensar que los vallecanos se convertirían en todo un fenómeno social y musical. Julio, Jero (o Jeros) y Emilio formaron, en 1972, un grupo con el que se paseaban por los tablaos de Madrid y las plazoletas de los barrios más pobres, donde pasaban la gorra mientras tocaban sus guitarras al son de los ritmos más rumberos.
Empezaron cuando eran apenas unos adolescentes procedentes de la barriada El Pozo del Tío Raimundo, en Entrevías, al lado de Vallecas, de donde viene el término de ‘rumba vallecana’. Precisamente este barrio en el que crecieron, una zona suburbial llena de chabolas, donde no entraban los payos, fue la fuente de inspiración de muchas de sus letras. Los emigrantes que llegaron a las ciudades en vías de industrialización en los años cincuenta y sesenta procedían de medios rurales (Martin Sevillano, 2020) cuya pobreza secular se había visto agravada por la guerra civil y sus consecuencias. A pesar de que eran en gran medida analfabetos (Viñao, 2009 en Martin Sevillano 2020), contaban con una rica tradición oral transmitida a través de canciones, cuentos, leyendas, rituales y celebraciones que daban sentido a su posicionamiento en el tiempo y el espacio, y con ello a su identidad social. Con los emigrantes payos llegan a los suburbios de Madrid los gitanos, procedentes de Castilla, de Andalucía y de otros puntos de España donde la mecanización del campo y la quiebra absoluta de la compraventa caballar (Giménez, 1994) los había arrojado a la periferia de las grandes urbes españolas donde se quedaron y permanecen en gran medida. Estas familias gitanas llevaban el flamenco y el arte en sus canastas, y de ese choque entre el flamenco ancestral y las penurias de la chabola y del suburbio surge la rumba urbana.
Los Chichos crecieron en la barriada del Pozo del Tío Raimundo. Al comienzo de su vida artística apenas sacaban lo suficiente de la música como para poder siquiera vivir, pero contaron con la ayuda del padre de Paco de Lucía y después de su mánager, Eduardo Guervós. Ambos creyeron desde el primer momento en el futuro prometedor del trío. Pronto se convertirían en la banda sonora de la transición: unos chavales que con unas letras sencillas lograron llevar el sentimiento de la calle a sus canciones y pasaron de las ventas en gasolineras a los primeros puestos de listas de éxitos. El apodo de Los Chichos les vino por parte de los dos hermanos, Julio y Emilio, cuya madre les llamaba así por los chichones que les salían tras sus múltiples caídas de pequeños.
El primer sencillo de Los Chichos sale en mayo de 1973 titulado Quiero ser libre, agotándose en pocas semanas las primeras copias. Con su segundo y tercer sencillo Ni más ni menos y La historia de Juan Castillo, se les da más a conocer por un amplio sector de payos y gitanos que se sentían identificados por el realismo y la trama de sus letras. Los tres primeros discos del grupo, Ni más ni menos (1974), Esto sí que tiene guasa (1975) y No sé por qué (1976), son composiciones del Jero, que marcarían una época. La genialidad de las letras compuestas por Jero, y su calidad musical convirtieron a estos tres gitanos en un fenómeno de masas. España bailaba al ritmo de los Chichos. Sus discos y sus éxitos se suceden, y aquí solo reflejamos los de las primera época; Ni más, ni menos (1974) Esto sí que tiene guasa (1975), No sé por qué (1976) Son ilusiones (1977), Hoy igual que ayer (1978), Amor y ruleta (1979), Amor de compra y venta (1980), Bailarás con alegría (1981). Para que tú lo bailes (1981), Ni tú, ni yo (1982), Déjame solo (1983), Adelante (1984), Yo, El Vaquilla (1985) Porque nos queremos (1987), Ojos negros (1988), Esto es lo que hay (1989).
Su trayectoria, el número de discos, las ventas y los conciertos nos dan cifras espectaculares. Pero quizás lo más impactante es el impacto cultural y social de los Chichos en toda España, pero también en otros países europeos. Sus pegadizos ritmos y el contenido de sus letras ponen a la cultura gitana en primer plano y es a partir de los ochenta cuando se produce un giro en los contenidos avanzando a una rumba social, que con sus letras denuncian la pobreza, la droga, la marginalidad y las necesidades del suburbio que tan bien conocen.Y esa denuncia social no tarda en tener sus consecuencias políticas. La difusión y el impacto social de su música era tal que esas letras de denuncia social levantaron ampollas en las esferas del poder al que las discográficas, las productoras y las radios no eran ajenas. Resulta muy significativo que estuvieran vetados de los 40 principales. A pesar del boicot sus ventas y su éxitos no se resintieron. Como bien indica Ana Belén Martin Sevillano, que ironías de la vida tiene que venir de la Universidad de Montreal para escribir de los Chichos, expresan la estética del desencanto que domina la rumba suburbana y representa el sentir de los habitantes del barrio de extrarradio y nosotros añadimos la vida y el mundo gitano, las tradiciones, los anhelos, el amor, la alegría y la pasión junto con las miserias y el drama de lo que significa la vida en los barrios marginales de la periferia madrileña.
La obra de los Chichos ha traspasado el tiempo y el espacio. Por su calidad, su frescura y su magnetismo. Es una música muy actual hasta el punto que muchos artistas actuales los imitan en el mejor de los casos o los copian en el peor. Es el caso de C. Tangana que sin mencionar la autoría editó una canción con el estribillo “son ilusiones”. Sin duda se tendría que saber más sobre el origen de los ritmos, las melodías y las letras de algunos artistas actuales, ya que sin los samplers que vienen de estas canciones gitanas no se conocerían muchos temas de hoy en día. A pesar de las imitaciones, la originalidad y la fuerza musical de los Chichos lleva el sello gitano de la autenticidad, de lo eterno… y su magia permanecerá para siempre en los corazones y en las mentes de los que vivimos su música.