Manzanita
El Gitano poeta
Este gitano madrileño toma de sus profundas raíces flamencas la sensibilidad y la maestría del compás y de su encuentro con la poesía.

Este gitano madrileño toma de sus profundas raíces flamencas la sensibilidad y la maestría del compás y de su encuentro con la poesía.
«Me decían que era el primer cantautor gitano” contaba con la humildad que lo caracterizaba. Quizás lo fuera. Pero sin duda fue un genio y creador, un artista inmenso. En la historia de la música española su nombre se escribe en mayúscula.
Este gitano madrileño toma de sus profundas raíces flamencas la sensibilidad y la maestría del compás y de su encuentro con la poesía, abre su corazón a nuevas letras y a nuevos discursos poéticos nunca versionados por artistas gitanos. Esa combinación es mágica. Y su éxito y su impacto cultural y social ha dejado una profunda huella en el flamenco y en la música en general.
José Ortega Heredia tomó como nombre artístico Manzanita porque, según recuerda la familia las jóvenes azafatas de los tablaos en los que actuaba bromeaban sobre la forma que se escondía detrás de la guitarra cuando tocaba en público y sobre el hecho que se “ponía colorao como una manzanita”, y así empezaron a llamarlo Manzanita. Manzanita nació el 7 de febrero de 1956 en Madrid. Su padre fue el cantaor y bailaor Rafael Ortega García y su madre la bailaora Trinidad Heredia Jiménez, sobrino de Manolo Caracol desde muy niño acostumbra a moverse en ambientes artísticos. No es extraño que, en esta familia gitana de flamencos, José debutara de muy niño en el Zambra, local madrileño donde también actuaba su madre. Se cambia al Tablao de los Canasteros a los 12 años, trabajando al mismo tiempo en los cuadros de Camarón y Carmen Sevilla. Tres años más tarde se incorpora al cuadro de Torrebermejas, y al Café de Chinitas, compartiendo escenario con La Chunga.
En ese Madrid efervescente de los años 70, van a surgir nuevos ritmos gitanos que entroncan con el flamenco más ancestral pero que se vuelcan sin miedo hacia la experimentación y la modernidad. Los Chorbos fueron uno de ese grupo en el que participó como productor José Luis de Carlos. Ya cuando formaba parte de Los Chorbos, reivindicó los derechos del pueblo gitano. Claro ejemplo es la canción «Pueblo gitano»: «Unirse, pueblo gitano / para exigir a los payos / nuestros derechos humanos, / queremos incorporarnos / a la sociedad de hoy / y no quedar marginados».
Manzanita con tan solo 18 años formó parte de ese grupo cuya rumba urbana reflejaba la situación marginal en los suburbios de las grandes ciudades, y que ejercieron notable influencia en Los Chichos y decenas de formaciones similares.
En 1978, grabó su primer disco en solitario, Poco ruido y mucho duende, con un estilo muy personal,una voz pop flamenca que llegó al gran público. Alcanzó un enorme éxito el tema Verde, adaptación de un poema de Lorca. Desde ese momento Manzanita se convierte en un artista reconocido en toda España y sus temas impregnan a la sociedad española en su conjunto. La fuerza de su arte y su originalidad son sus cartas de presentación.Paco de Lucia trabajó y la complicidad entre ellos era tal que Paco siempre con su autorización le pidió prestado algunas falsetas para Potro de rabia y miel de Camarón de la isla.
De sus profundas raíces gitanas toma la sensibilidad y la maestría del compás y de su encuentro con la poesia,abre su corazón a nuevas letras y a nuevos discursos poéticos nunca versionados por artistas gitanos. Esa combinación es mágica. Y su éxito arrollador. En 1980 graba su segundo elepé Espíritu sin nombre con el palmero Daniel Barba de las Arenas. Con su tercer disco, en 1981, Talco y bronce, logra superar el medio millón de copias en España con los sencillos Un ramito de violetas y Por tu ausencia. Le siguieron Cuando la noche te envuelve (1982), La quiero a morir (1983) y Mal de amores (1984).
Manzanita fue uno de los grandes artistas gitanos que mostró al mundo que es la sensibilidad y el estilo flamenco más profundo. Tan solo una pequeña muestra canta parafraseando a Zorrilla en su canción «Romance árabe»:
Enjuaga el llanto, gitana,
no me atormentes así,
que yo tengo, gitana,
un nuevo Edén para ti
Oriental
Claro que nada es por causalidad. Manzanita no viene de una familia cualquiera, todos eran artistas flamencos de primer nivel, y profundos conocedores del cante, entre los que destaca su tío Manolo Caracol que conoció y se rodeó de los mejores poetas y músicos de su época. Para situar la figura de Manolo Caracol es muy significativo recoger su respuesta en una de las muchas entrevistas cuando el periodista le pregunta por una actuación que recuerde de forma especial; “ Hace muchos años, en el Palacio de las Dueñas, una fiesta organizada por los duques de Alba, con la Reina victoria Eugenia y el príncipe de Gales junto al “tablao” y el Rey Alfonso XIII paseando por el patio con Primo de Rivera y Cruz Conde, mientras yo cantaba esta copla”. En esas vivencias entre aristócratas y poetas y músicos, como Falla o García Lorca se forja la sensibilidad poética de Manzanita y la magia de su música.
Con esas mimbres Manzanita fue un genio de su tiempo e hizo nuevos canastos, Su música de flamenco pop y melodías dulces y poéticas tuvieron un éxito arrollador tanto en España como en otros países Europeos. Con él, la música flamenca alcanzó una popularidad y una difusión impresionante. Y no sólo el público lo adoraba sino que muchos músicos gitanos y payos se inspiraron en sus trabajos y su personal estilo. Los Gypsy Kings y el mismo Sting cuando cantó en castellano siguieron la estela musical que dibujó Manzanita en el firmamento de los grandes.
La originalidad y los ritmos de las melodías unido a la profundidad poética de sus letras inspiradas en Bécquer o en Góngora o en Lorca y Zorrilla dan a su obra un valor universal. Su temprana muerte nos ha privado a los gitanos, pero también al mundo entero, de disfrutar de su arte y de su gran humanidad.